El turismo rural comunitario es una realidad en ascenso en América Latina. Cada vez son más las comunidades rurales
que se han organizado para ofrecer al visitante la posibilidad de conocer sus paisajes y sus recursos naturales, sus
diferentes expresiones culturales, sus formas de organización o actividades productivas tradicionales vinculadas a la
agricultura, la ganadería, la pesca, la producción artesanal o la gestión de los bosques. Cooperativas, familias campesinas,
comunidades de los pueblos originarios, grupos de mujeres e iniciativas comunitarias de todo tipo se han organizado de
forma colectiva para complementar y diversificar sus ingresos ofreciendo nuevas actividades turísticas. A través de estas
formas de organización las comunidades son las últimas responsables y quienes deciden de forma soberana cómo se
organiza la actividad turística en sus territorios.
Gracias al turismo rural comunitario el visitante puede conocer nuevas realidades de la mano de la gente del lugar. El
viaje se convierte así en una posibilidad para compartir experiencias a través del contacto con personas que no viven
exclusivamente del turismo y para el turismo. Esto permite que cada propuesta sea singular y única, y por tanto mucho
más rica en experiencias y aprendizajes. Porque el turismo rural comunitario es una oportunidad para revalorizar la
cultura de las comunidades rurales y acercase a su sabiduría construida durante largos años. ¡Qué mejor que poder
conocer un lugar a través de quienes viven cotidianamente en él!
Cañada, E. (2015).
Catálogo de Turismo Rural
Comunitario de América Latina. Barcelona, España
0 comentarios:
Publicar un comentario